Aclamado como uno de los nombres más influyentes del arte brasileño del siglo XX, Iberê Camargo se consolidó gracias a una densa obra en la que coexisten la melancolía y la furia, el drama y la angustia, sentimientos que se transmiten a través de la elocuencia de su obra.
Como parte de sus memorias y autobiografía, la representación de felinos acompañó a Iberê durante décadas. En obras y bocetos poco conocidos por el público, la figura de los gatos fue recurrente, en particular la de Martim, una mascota adoptada por el artista que se convirtió en su afectuoso compañero en los últimos años de su vida.
Inmerso en la abstracción y la figuración expresionista, el artista tuvo una larga trayectoria, reconocible por sus sombrías pinturas, en las que exacerba la naturaleza trágica de la condición humana. Realizado en 1994, el gran lienzo "Soledad" fue la última obra de Iberê: una alegoría de un existencialismo desesperanzado, poblado de signos de desolación y envuelto en una atmósfera devastadora.
Henrique Menezes
Iberê Camargo (Brasil, 1914-1994) fue pintor, grabador, dibujante y profesor. Conocido por sus pinturas de carretes, ciclistas y figuras amorfas, Iberê ganó numerosos premios y participó en diversas exposiciones internacionales, como la Bienal de São Paulo, la Bienal de Arte Hispanoamericano y la Bienal de Venecia, entre otras. Actualmente, la Fundación Iberê Camargo, ubicada en Porto Alegre, preserva su legado y exhibe sus obras, contribuyendo así a la continua influencia de su obra en el arte brasileño. Pasó parte de su vida entre Porto Alegre y Río de Janeiro, Brasil.
