Cornelio Cardew

Cornelius Cardew fue fundamental en las reflexiones sobre la música de vanguardia occidental, cuestionando cuestiones estéticas y políticas en el ámbito artístico. En la década de 1960, abordó el concepto de improvisación musical y comenzó a investigar el fenómeno del lenguaje, su notación y la noción de código, influenciado por la filosofía de Wittgenstein, en particular el libro Tractatus Logicus-Philosophicus.

Marcado por un radicalismo creativo, Cardew desafió los parámetros de autor e intérprete, concepción e improvisación, con la obra Treatise, un hito en su producción experimental, iniciada en 1963. Compuesta por 193 páginas de dibujos abstractos hechos a mano por el compositor, Treatise de Cornelius se revela como un sistema visual capaz de múltiples lecturas, dejando a los músicos la tarea de decodificar los signos presentes en la partitura. Al ejecutarse, este proyecto gráfico-sonoro da lugar a una obra polifónica: las propuestas pictóricas y simbólicas requieren un proceso de traducción tanto individual como colectivo, lo que estimula la autonomía y la coautoría.

Henrique Menezes